Animales en carreras deportivas: un dilema ético

Buena parte de las personas tienen una posición tomada sobre el uso de animales en competiciones deportivas. Sin embargo, y aunque muchos estén en contra, eso no invisibiliza el hecho de que estos deportes existen y, por ende, hay deportistas profesionales que se dedican enteramente a ese trabajo.

Ahora bien: ¿cuál es el dilema ético? Muchas personas asumen una posición contraria a los deportes donde participan animales, pero estos no son necesariamente carreras, porque deportes como la equitación no incluyen carreras. El polo, por su parte, es una especie de fútbol pero con los jugadores montando a caballo. Sin embargo, hay otros como el hipismo que sí consiste en carreras de caballos que se hacen en todo el mundo y en las que se premian a los que llegan en la primera posición. Por todo ese esfuerzo físico, muchas personas sostienen que a los animales se les maltrata y por ende, no deberían existir este tipo de competiciones.

¿Qué hacer al respecto?

Independientemente de la posición que se tenga, hay que basarse en la legalidad vigente. Aunque en el mundo hay carreras de galgos, de camellos y de otros animales, la mayoría de las carreras son relacionadas con caballos, que son legales en la mayor parte de los países. Entonces es imperativo abordar cuáles son los asuntos legales que se pueden tratar para proteger a esos animales.

La preocupación de muchos animalistas es que los animales sean maltratados, y eso no será nunca legal. Un caballo de carreras, por ejemplo, puede existir, pero no puede sufrir maltratos. Ahí es que hay que hacer velar los derechos de los animales, su bienestar, salud y el acceso a las mejores condiciones para que tanto dentro como fuera de su competición deportiva puedan tener la mejor vida posible.